Desde la década de 1990 vengo ofreciendo este tipo de consultas. En aquellas fechas surgieron por la necesidad de ofrecer el seguimiento oportuno, a pacientes que había atendido presencialmente y que por diversos motivos, generalmente laborales, se iban a vivir a miles de kilómetros de distancia.
Recuerdo a un ejecutivo, que destinaron a Japón y me pidió que siguiéramos nuestro camino terapéutico, por medios telemáticos. Este paciente me aconsejo a otras personas que iba conociendo y así me encontré resolviendo dudas a pacientes que estaban en las salas de espera de aeropuertos de todo el mundo.
En aquella época inicial, llegué a atender pacientes en muchos países de Europa, América y Asía. Llegaron a suponer un porcentaje importante de mis pacientes. Tras un lustro, aunque era muy enriquecedor, decidí cortar pues, aunque yo procuraba tener los mejores equipos para consulta online, no siempre el paciente tenía una buena conexión y causaba importantes retrasos en los pacientes que acudían de forma presencial a mi consulta.
En la época de la Covid-19, llegué a más de 200 e-consultas: En marzo de 2020, cuando entramos en el confinamiento, actualicé mis conocimientos técnicos y consulté con expertos, nos pusimos las “pilas” mi equipo y yo. Y no sólo atendimos a nuestros pacientes, salvando la dificultad de que no nos pudiésemos ver, sino que algunas visitas fueron de pacientes nuevos que iniciaron su andadura con nosotros.
¿A través de qué aplicación? A través de la que el paciente pudiese usar: Skype, FaceTime, Videollamada de WhatsApp, Duo, Zoom…
Me ha aportado una visión enriquecedora y ampliada de la realidad de muchos de mis pacientes: He conocido en entorno donde libran muchas de sus feroces batallas, su hogar y más en concreto su sillón, su sofá, su despacho, su dormitorio, su perro, su gato…y de los personajes con los que se relacionan y que conozco a través de sus palabras y que ahora he podido conocer en “persona”, su pareja, sus hijos, sus padres, sus hermanos. Y también he podido descubrir cosas que no sabía, como al ver el color de las paredes, saber cual es su color preferido o su libro de mesita de noche o la música que les gusta…
Tras la Covid-19 algunos pacientes han preferido seguir las sesiones mediante consultas online, sea por las distancias, que a veces son largos viajes; sea por el tiempo que ahorran al no tener que desplazarse a mi consulta en Sevilla; sea por no dejar trabajos, que pueden abandonar una hora, pero no varias; sea por motivos de salud…o simplemente porque no les da la gana desplazarse, que un uso de la libertad a respetar.
Tengo por seguro que desde el 2020 mi atención será híbrida, habrá sesiones online y presenciales. En un mismo paciente.
Hay quien se pregunta ¿cómo son las sesiones online que mantengo con mis pacientes?: Cada sesión tiene varias etapas:
1ª)Conecta un miembro de mi equipo para hacerle unos test online, que permiten que si a aparecido algún síntoma nuevo, no lo pase yo por alto y además estos test permiten comparar con las sesiones anteriores, para ver la evolución de la mejoría en el problema que tratamos. Esta etapa dura de 15 a 30 minutos.
2ª) Se corta unos minutos, para que yo evalué las pruebas.
3ª) Iniciamos el paciente y yo la sesión. Nuestra sesión durará unos 45 minutos.
4ª) Acabada la sesión y tras unos minutos de espera el paciente recibe mi receta con las instrucciones a seguir, sea en imagen o en pdf a través del medio que nos diga, con frecuencia WhatsApp o su correo electrónico.
5ª) Recibe el paciente un impreso de la plataforma Rempe de receta electrónica, que permite sacar los medicamentos en cualquier farmacia de España.
6ª) Etapa, se inicia el seguimiento, como mínimo una vez en semana, el paciente escribe un mensaje de WhatsApp a nuestro WhatsApp Business. Mediante el que vamos resolviendo dudas entre sesión y sesión, de forma que el paciente no se sienta olvidado o solo hasta la siguiente visita.
7ª) El abono de cada sesión son 165 € en este año 2024, se pagan por trasferencia a la cuenta de la consulta. Y estamos a punto de que se puedan pagar a través de Bizum o de un TPV virtual o Pasarela de pago. Siempre el pago debe de ser previo a la consulta.
